Introducción
Aunque el debate sobre las relaciones que existen entre población y ambiente lleva al menos dos décadas, siguen existiendo
posiciones simplificadoras que tienden a identificar ciertas relaciones lineales entre estos factores. Algunos planteamientos de
carácter global, en los que no se consideran diferencias regionales ni sociales, establecen un círculo causal acumulativo entre población, pobreza y deterioro ambiental. En esta lógica, se tiende a aceptar la idea de que el crecimiento demográfico es la principal causa del deterioro ambiental, y este último, la causa de la pobrezarural.
La crítica de estas posiciones ha llevado a diferenciar situaciones donde la variable clave ya no es la densidad demográfica ni la supuesta capacidad de carga de los ecosistemas.
Se renuncia a una generalización sobre la relación población-ambiente y se introducen mediaciones cuantitativas y cualitativas como el nivel tecnológico, la rentabilidad económica, la diferenciación social y el impacto de la acción social de los actores. La propuesta
alternativa consiste en analizar una matriz de interacciones que operan entre los distintos aspectos que median la relación
población-recursos. Sin embargo, aunque a nivel conceptual este nuevoenfoque ha logrado importantes avances, desde el punto de vista operativo, se ha topado con el problema de traducir los conceptos en indicadores sintéticos que permitan formalizar el análisis.
El diagnóstico realizado en la región chinanteca de Oaxaca en el marco del proyecto multidisciplinario Medio Ambiente, Economía Campesina y Sistemas Productivos en la Región Chinanteca de Oaxaca muestra que los niveles de conservación y deterioro de los recursos naturales que se presentan en esta región son el resultado de un proceso
histórico complejo en el que la población juega un papel central.2 Sin embargo, la ocupación del territorio no ha generado el deterioro extensivo de la zona. Según el estudio realizado por Hernández Cárdenas, sólo el 22 por ciento de la superficie total de la Chinantla (101 601 ha) presenta una pérdida importante de la cubierta vegetal y un nivel avanzado de erosión del suelo, mientras que el 78 por ciento de la superficie restante tiene un nivel de erosión ligero (61.6 por ciento con 284 398 ha) y moderado (16.3 por ciento con 74 980 ha).
Un análisis de la distribución geográfica del área erosionada en la región es suficiente para cuestionar que sean los sistemas de cultivo tradicionales, aunados a la presión de la población sobre los recursos, los principales factores que desencadenan los problemas ambientales de la Chinantla. Las áreas más conservadas de este territorio se encuentran ubicadas en las partes montañosas, en las que predomina el cultivo de roza, tumba y quema. En estas áreas es también donde a principios de siglo, se observan las mayores
densidades de población.
Por el contrario, las zonas que presentan mayores niveles de erosión, se ubican en los municipios con bajas densidades demográficas y donde se ha desarrollado un patrón de actividades predominantemente ganadero y‑/‑o agrocomercial. En el presente trabajo se esbozan algunas hipótesis sobre las condiciones que median la relación población-recursos en la región chinanteca. Para ello, se parte del supuesto de que no basta observar el crecimiento de la población, sino que es necesario considerar la dinámica de poblamiento de la zona. En esta perspectiva, la investigación realizada sugiere que el crecimiento demográfico en la región está mediado por una fuerte tendencia a la formación de nuevas localidades que se dispersan en el territorio, lo cual ayuda a conservar el equilibrio agroecológico de las áreas ocupadas. Pero antes de intentar una explicación a este fenómeno, veamos algunas características generales del área de estudio.
1. Características del área de estudio
Del mosaico de grupos indígenas que habitan el estado de Oaxaca, el chinanteco aparece como uno de los que más ha logrado mantener su coherencia interna. Esta imagen, hasta cierto punto fascinante, se construye a partir de la unidad lingüística y territorial que ha mantenido este grupo desde la época prehispánica hasta nuestros días.
La Chinantla es representativa del trópico húmedo. Se localiza en dirección noreste de la ciudad de Oaxaca en las estribaciones de la Sierra de Juárez. Se inscribe en la cuenca del río Papaloapan y se conforma por 14 municipios y 258 localidades con una superficie total estimada de 4 596 km2.4 Por su importancia numérica, los chinantecos ocupan el cuarto lugar dentro de los grupos indígenas de Oaxaca, representan 8.9 por ciento de los hablantes de lengua indígena de la entidad y 3.5 por ciento de la población total de la misma con una población de 110 223 habitantes.
EJA
Aunque el debate sobre las relaciones que existen entre población y ambiente lleva al menos dos décadas, siguen existiendo
posiciones simplificadoras que tienden a identificar ciertas relaciones lineales entre estos factores. Algunos planteamientos de
carácter global, en los que no se consideran diferencias regionales ni sociales, establecen un círculo causal acumulativo entre población, pobreza y deterioro ambiental. En esta lógica, se tiende a aceptar la idea de que el crecimiento demográfico es la principal causa del deterioro ambiental, y este último, la causa de la pobrezarural.
La crítica de estas posiciones ha llevado a diferenciar situaciones donde la variable clave ya no es la densidad demográfica ni la supuesta capacidad de carga de los ecosistemas.
Se renuncia a una generalización sobre la relación población-ambiente y se introducen mediaciones cuantitativas y cualitativas como el nivel tecnológico, la rentabilidad económica, la diferenciación social y el impacto de la acción social de los actores. La propuesta
alternativa consiste en analizar una matriz de interacciones que operan entre los distintos aspectos que median la relación
población-recursos. Sin embargo, aunque a nivel conceptual este nuevoenfoque ha logrado importantes avances, desde el punto de vista operativo, se ha topado con el problema de traducir los conceptos en indicadores sintéticos que permitan formalizar el análisis.
El diagnóstico realizado en la región chinanteca de Oaxaca en el marco del proyecto multidisciplinario Medio Ambiente, Economía Campesina y Sistemas Productivos en la Región Chinanteca de Oaxaca muestra que los niveles de conservación y deterioro de los recursos naturales que se presentan en esta región son el resultado de un proceso
histórico complejo en el que la población juega un papel central.2 Sin embargo, la ocupación del territorio no ha generado el deterioro extensivo de la zona. Según el estudio realizado por Hernández Cárdenas, sólo el 22 por ciento de la superficie total de la Chinantla (101 601 ha) presenta una pérdida importante de la cubierta vegetal y un nivel avanzado de erosión del suelo, mientras que el 78 por ciento de la superficie restante tiene un nivel de erosión ligero (61.6 por ciento con 284 398 ha) y moderado (16.3 por ciento con 74 980 ha).
Un análisis de la distribución geográfica del área erosionada en la región es suficiente para cuestionar que sean los sistemas de cultivo tradicionales, aunados a la presión de la población sobre los recursos, los principales factores que desencadenan los problemas ambientales de la Chinantla. Las áreas más conservadas de este territorio se encuentran ubicadas en las partes montañosas, en las que predomina el cultivo de roza, tumba y quema. En estas áreas es también donde a principios de siglo, se observan las mayores
densidades de población.
Por el contrario, las zonas que presentan mayores niveles de erosión, se ubican en los municipios con bajas densidades demográficas y donde se ha desarrollado un patrón de actividades predominantemente ganadero y‑/‑o agrocomercial. En el presente trabajo se esbozan algunas hipótesis sobre las condiciones que median la relación población-recursos en la región chinanteca. Para ello, se parte del supuesto de que no basta observar el crecimiento de la población, sino que es necesario considerar la dinámica de poblamiento de la zona. En esta perspectiva, la investigación realizada sugiere que el crecimiento demográfico en la región está mediado por una fuerte tendencia a la formación de nuevas localidades que se dispersan en el territorio, lo cual ayuda a conservar el equilibrio agroecológico de las áreas ocupadas. Pero antes de intentar una explicación a este fenómeno, veamos algunas características generales del área de estudio.
1. Características del área de estudio
Del mosaico de grupos indígenas que habitan el estado de Oaxaca, el chinanteco aparece como uno de los que más ha logrado mantener su coherencia interna. Esta imagen, hasta cierto punto fascinante, se construye a partir de la unidad lingüística y territorial que ha mantenido este grupo desde la época prehispánica hasta nuestros días.
La Chinantla es representativa del trópico húmedo. Se localiza en dirección noreste de la ciudad de Oaxaca en las estribaciones de la Sierra de Juárez. Se inscribe en la cuenca del río Papaloapan y se conforma por 14 municipios y 258 localidades con una superficie total estimada de 4 596 km2.4 Por su importancia numérica, los chinantecos ocupan el cuarto lugar dentro de los grupos indígenas de Oaxaca, representan 8.9 por ciento de los hablantes de lengua indígena de la entidad y 3.5 por ciento de la población total de la misma con una población de 110 223 habitantes.
EJA
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